Como un hueso perdido de entre los escombros. Como un lápiz desgastado,pero aun afilado. Como aquella tormenta que hacia sonar las noches de enero. Y es tan solo, un ápice de dignidad la que queda. Dignidad la cual desapareció y resurgió cuando te diste cuenta que estás por encima de una gran variedad de truenos o estrellas.
Sonando un desaparecido y polvoriento LP. Nube de música. Nube de recuerdos. Recuerdos olvidados y extrañados, que por poco, quedan en la memoria de cual gato anduviese por la calle.
Me diste besos, abrazos y compañía. Pero nunca fue suficiente. Nunca lo fue, hasta que te fuiste. Y es como ese pinta-uñas agrietado, como esa botella arrugada y vieja, que tanto hecha de menos la vida. La vida que tu me diste.
Diste y que no quiero volver a tener, ya que fuiste uno de los errores mas agradables de mi vida.
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