A veces necesitamos un chispazo, una oleada de palabras o una simple mirada para darnos cuenta,de que ni nosotros mismos nos conocemos. Porque hay cosas que pensaste que harías llegado el momento, pero al final, las dejas morir y haces otras, otras totalmente distintas,sin apenas darte cuenta.
Siempre has estado rodeada de gente infeliz, interesada y líquida. Tan líquida que a la mínima oleada de calor desvanece y desaparece de tu vida, sin dejar rastro,dejándote sola. Pasas horas, días y años intentado esconder todo el daño encerrado que no quisiste dar a luz, porque no querías ni siquiera darte cuenta de que lo que realmente te estaba ocurriendo. De que,realmente, la vida también te puede dar hachazos. Y es curioso,que en tu momento de esplendor,en tu momento de alegría, todo renazca y aparezca otra vez. Y esta vez, si que recapacitas y rompes por fin esa coraza. Detestas con todas tus ganas a esa persona que no te ha aportado nada afable a tu vida, pero al mismo tiempo, le quieres. Le quieres y lo sabes. Piensas en tu historia con el, en como ha podido ser así contigo , y en como has podido soportarlo. Y lo único que llegas a desear, es no parecerte a el. De ahí,tu mayor miedo. Actúas, hablas, y piensas, de una forma en la cual nada te recuerde a el, intentado hacer lo contrario a lo que el haría .
Pero...zas.
Finalmente lo haces.
Y no solo eso, si no que te acabas dando cuenta de que lo has estado haciendo durante mucho tiempo,y ahora es cuando lo reconoces, y empiezas a odiarte a ti misma, más que a ninguna otra persona. Pero así son las cosas. En esta vida, no puedes controlarte, ni puedes escribir tu propio destino de una forma u otra. En esta vida, todo te llega y todo se irá. Y mientras tanto, tu estarás recordando el pasado, clavándote espinas cada vez que quieras borrar cualquier recuerdo, borrarle a él.Porque en el fondo, no le quieres olvidar.
Finalmente lo haces.
Y no solo eso, si no que te acabas dando cuenta de que lo has estado haciendo durante mucho tiempo,y ahora es cuando lo reconoces, y empiezas a odiarte a ti misma, más que a ninguna otra persona. Pero así son las cosas. En esta vida, no puedes controlarte, ni puedes escribir tu propio destino de una forma u otra. En esta vida, todo te llega y todo se irá. Y mientras tanto, tu estarás recordando el pasado, clavándote espinas cada vez que quieras borrar cualquier recuerdo, borrarle a él.Porque en el fondo, no le quieres olvidar.
Al fin y al cabo, es tu padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario